¿La gracia es una licencia para seguir pecando?

La gracia de Dios en nuestras vidas no puede constituirse en una licencia para seguir viviendo en la pecaminosidad.


Lección 6 | Curso Fundamentos de la Gracia


Todo aquél que desea ser justificado por la eternidad debe llegar a Dios de una manera única: con fundamento en la gracia. Y ese regalo proviene de la obra redentora de Jesucristo. Es gratuita, porque Él ya pagó en la cruz. Nos justifica delante del Padre.

Ahora, ¿por qué la justificación es algo maravilloso? Porque al mirarnos en el espejo de la pecaminosidad, ninguno tendría la oportunidad de obtener la salvación.

Lo animamos a leer Romanos 5: 12 y consignar lo que aprendió:  

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Cuando somos justificados por la fe y no por las obras, es posible alcanzar lo que humanamente es imposible: la paz con Dios.

El apóstol Pablo escribió en Romanos 5: 1, 2 un pasaje que trae profundas enseñanzas:

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No nos cansaremos en insistir que no es por nuestras obras y merecimientos, sino por la obra de salvación del Señor Jesús. Allí pagó por la condenación que nos merecíamos. Lo hizo de una vez y para siempre. Como consecuencia, el Padre nos concede ser salvos, esto es a los que creen en el Hijo. Es un don gratuito.

El autor y teólogo dominicano, Leo Meyer, lo explica de la siguiente manera:

“Dios es el autor de la salvación, un acto que abarca varias realidades: predestinación, regeneración, justificación, adopción, santificación y glorificación. Es un evento pasado que se desarrolla en el presente y tiene una parte que se ejecutará en el futuro. Todo esto no se debe a nuestros méritos, sino únicamente a la gracia de Dios.”

Por su parte, el autor y expositor bíblico Charles Rozell Swindoll, escribe:

“Nacimos en enemistad con Dios. El mismo pecado que introdujo Adán contaminó toda la raza humana. No hay logro humano que pueda borrar esa mancha interior que nos separa de Dios. Esto nos lleva a una conclusión: todos necesitamos ayuda.”

El asunto es abordado por el apóstol Pablo en Romanos 5: 18, 19. ¿Cuáles son sus apreciaciones sobre el tema?

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Al tomar conciencia de que somos justos delante del Padre, sentimos confianza para acercarnos a Él, sin temor, con la certeza de que nos ama, nos escucha y nos ayuda en el proceso en todas las áreas de nuestra vida.

LA GRACIA DE DIOS QUE SOBREABUNDA

Absolutamente todos tenemos proclividad al pecado. Nos acompaña siempre, como una sombra gigantesca que se extiende frente a nosotros cuando cae la tarde y tenemos el sol sobre la espalda.

En la carta a los Romanos 5: 20, 21 aprendemos una enseñanza cuya perspectiva, nos gustaría conocer de su parte:   

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Las obras de la ley, en las que todavía muchos se mueven o afincan sus esperanzas para alcanzar la salvación, nos hace conscientes de la maldad. Por ese motivo podemos asegurar que la gracia superó el pecado, lo venció y, de esa maneja, trajo esperanza.

Le invitamos a leer Juan 8:3-11 y decirnos de qué manera considera que operó la gracia de Dios:  

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Tenga en cuenta que, de acuerdo con la ley, la mujer debía ser apedreada. Sin embargo, el Señor Jesús—quien en su condición divina estuvo en el monte Sinaí cuando se promulgó la ley para los israelitas—fue claro a decirle a la adultera:

Yo tampoco te condeno. Vete; y desde ahora no peques más.

Esa es la manifestación del amor de Dios por los pecadores. Aunque es juez soberano, no quiere la condenación del género humano. Por ese motivo extiende su gracia, para evitar la perdición eterna de millares de almas.

¿Qué conclusiones saca al leer Efesios 2?1-9?

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Hay varios conjuntos de palabras que se infieren y que es importante tener en cuenta:

  • La ___________________
  • El ___________________
  • La ____________________________
  • Por medio de ___________
  • La gracia es un _________________
  • La salvación ____________________.

Quienes se afirman en el legalismo ocultan, rechazan o desestiman la doctrina de la gracia porque le quita esencia a la religiosidad en la que siempre han confiado.

Todo se vuelve sencillo en esencia: Dios nos ofrece el perdón de pecados por la gracia. Lo único que debemos hacer es apropiarnos de ella por fe.

LA GRACIA NO OFRECE RIESGOS

Hay quienes se empecinan en asegurar que todo aquel que se apropia y vive en la gracia de Dios, corre serios peligros en su vida espiritual. El argumento favorito es que se puede caer en el libertinaje bajo la premisa de “Salvos por siempre salvos.”

¿Realmente es así? El predicador y expositor bíblico galés, David Martyn Lloyd-Jones advierte que la mala interpretación de la gracia no solamente es algo riesgoso, sino que, además, constituye un grave peligro.

Ahora bien, quienes, habiendo conocido la gracia, persisten en la pecaminosidad, es porque definitivamente nunca entendieron qué es y cuáles son sus alcances.

Es evidente que el pecador que recibe y se apropia de la gracia continuará con su inclinación a pecar. No será perfecto de la noche a la mañana, pero por la obra redentora del Señor Jesús es declarado santo y así lo ve Dios desde su perspectiva de amor.

Es el comienzo lento pero seguro del crecimiento hacia la madurez, que llamamos santificación. Progresivamente las personas aprenden lo que significa vivir una vida que honra a Cristo Jesús.

Está claro entonces que, como pecadores, la única forma de sobrevivir es mediante la gracia del Padre.

El autor y expositor bíblico Charles Rozell Swindoll, escribe al respecto:

“La gracia barata justifica el pecado, pero no al pecador. La verdadera gracia, en cambio, justifica al pecador, pero no al pecado… no tenga miedo de la verdadera gracia solo porque algunos la han subestimado como algo de poco valor. A pesar de esos riesgos, que no podemos desconocer, la gracia vale la pena.”

Ahora bien, podemos citar cuatro grandes equívocos de quienes tienen su propia perspectiva de la gracia:

1.- Privilegiar las __________________________

2.- No tener una clara diferencia entre _______________________________

3.- Abrir espacio a la relatividad en el _____________________

4.– Mantener una actitud crítica frente a quienes ___________________

Cabe aquí recordar la enseñanza del Señor Jesús:

“Al hablar estas cosas, muchos creyeron en Él. Entonces Jesús decía a los judíos que habían creído en Él: «Si ustedes permanecen en Mi palabra, verdaderamente son Mis discípulos; y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres».” (Juan 8: 30-32 | NBLA)

El promotor de la reforma protestante, Martín Lutero, escribió:

“Nadie puede ser bueno ni hacer el bien a menos que primero la gracia de Dios lo haga bueno. Nadie puede llegar a ser bueno por las obras. A la vez que las buenas obras solo pueden ser emprendidas por alguien bueno. De la misma forma que no son los frutos los que hacen el árbol, sino el árbol el que produce los frutos. Por lo tanto, todas las obras, no importa cuán buenas y bellas sean o parezcan, son vanas si no fluyen de la gracia.”

Es por la gracia que nuestro cuerpo de pecado fue crucificado, como explica el autor Pablo en la carta a Romanos 6:6-15. Resuma en sus propias palabras lo que enseña:

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Estamos llamados a experimentar una nueva vida, por la gracia, que nos liberta del dominio del pecado, como escribe Charles Rozell Swindoll:

La gracia nos ha hecho libres del pecado, de la opresión que ejerce sobre nuestras actitudes, nuestras inclinaciones, nuestras acciones. Pero el quedar libres, viviendo por gracia, puede que nos excedamos, que perdamos el control y abusemos de nuestra libertad hasta el extremo de volver al pecado. Esa no sería libertad absoluta, sino libertinaje.”

Para finalizar recuerde que bajo la gracia:

  • No seremos esclavizados por nuestros impulsos y deseos.
  • Tenemos libertad para tomar decisiones responsables.
  • Podemos pensar de manera independiente, sin preocuparnos del qué dirán.
  • Avanzaremos hacia la madurez espiritual.
  • Creceremos en la voluntad de Dios.

Su vida puede experimentar un vuelco definitivo. Hoy es el día para tomar decisiones de fondo, acogiéndose a la gracia de Dios. El primer paso es el arrepentimiento sincero de los pecados y volver la mirada a Cristo, nuestro Salvador.


PALABRAS Y FRASES PARA COMPLETAR


A continuación, encontrará las palabras y frases que son necesarias para llenar los espacios vacíos que aparecen en la Lección de hoy:

LA GRACIA DE DIOS QUE SOBREABUNDA

1.- Misericordia de Dios.

2.– Amor de Dios.

3.- Gracia de Dios nos salva.

4.– La fe.

5.– Don de Dios.

6.– No es por obras

LA GRACIA NO OFRECE RIESGOS

1.- Obras por encima de la gracia.

2.- Lo permitido y lo prohibido.

3.- Comportamiento moral.

4.- No piensan y actúan igual.


© Fernando Alexis Jiménez | Academia Bíblica de Fe y Gracia


 

Libres de la condenación por la gracia de Dios

Por la obra de Jesús en la cruz, fuimos liberados.

Lección 7 | Curso Fundamentos de la Gracia


Las historias de cristianos que provienen de una vida de fracaso, frustración e intensa pecaminosidad, son innumerables. Abundan por doquiera. Un común denominador de las personas que hoy caminan de la mano del Señor Jesucristo es que temían acercarse a Dios. Ese miedo los acompañó por muchos años.

De hecho, lo veían como un Padre castigador. El curso de sus historias cambio cuando comprendieron el significado y los alcances de la gracia.

El apóstol hablo vivió esta situación y con conocimiento de causa, escribió un maravilloso texto en 1 Corintios 15:9-1, que le invitamos a leer y a compartirnos sus conclusiones:

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Pablo entendió que, con base en sus obras, no tenía derecho a absolutamente nada. Si el apóstol avanzó y reconocía, estaba sirviendo al Señor, era por la gracia de Dios, no por sus méritos.

Su existencia experimentó una  transformación absoluta. Como el autor neotestamentario, debemos coincidir en los siguientes principios:

1.- Dios hace lo que hace en nosotros por Su infinita gracia.

2.- Dios produce transformaciones en nuestra vida de manera consistente y duradera.

3.- Por la gracia de Dios, aceptamos a otras personas tal como son.

Al sumar estos tres ingredientes, concluimos que si el amor del Padre nos alcanzó, no somos ni usted ni yo los llamados a cuestionar o juzgar a quienes nos rodean, comenzando por los integrantes de la familia.

Charles Rozell Swindol, quien dedicó su vida a la predicación del Evangelio de Jesucristo, anotó:

“En nuestra época, en la que se enfatiza tanto en los logros personales y construir un reino individual centrado en uno mismo, la idea de dar crédito a la gracia, es un mensaje indispensable.”

El expositor bíblico, Paúl Washer, lo plantea en los siguientes términos:

«Lo que hay que saber es que la salvación es por fe, y la fe en Jesucristo. Y la fe en Jesucristo es precedida y seguida por el arrepentimiento – un alejamiento del pecado, el odio por las cosas que Dios aborrece y un amor por las cosas que Dios ama, un crecimiento en la santidad y un deseo.»

Cuando entendemos el valor de la gracia para La existencia, experimentamos cambio en todas las áreas de nuestra vida. Un proceso en el que interviene la fe y el caminar con Dios, no por imposición o temor paralizante, sino por amor a Dios quien nos amó primero.

Piénselo por un instante. Al auscultar los evangelios, descubrimos que  las enseñanzas de Jesucristo giraron siempre alrededor de la vida abundante que estamos llamados a vivir.

Si no hemos avanzado  es porque nos dejamos permear por las imposiciones legalistas de los asesinos de la gracia. Son exigentes. Están empecinados en encontrar el más mínimo defecto, falla o debilidad para sacárnosla en cara.

EL DIOS CASTIGADOR FRENTE AL PADRE AMOROSO

La idea que nos han vendido en torno a un Dios castigador, pendiente de nuestros equívocos cotidianos, no es del todo cierta. Pondera el juicio antes que la gracia. Es cierto, Dios no acepta ni justifica el pecado, pero sí justifica al pecado gracias a la obra redentora de Cristo.

Si de algo no podemos olvidarnos, es que Jesús el Señor ya pagó en la cruz por nuestras pecados. Sin embargo, Satanás, quien es un mal perdedor, se ha encargado de esconder esta maravillosa doctrina, de ahí que desde los púlpitos es común escuchar que domingo a domingo se predica condenación. Esta fijación alienta las enseñanzas legalistas.

Siempre habrá líderes religiosos procurando convencernos de que es necesario mayor esfuerzo en nuestra vida cristiana y agregarnos nuevas metas para alcanzar.

Cuando descubrimos la gracia y cómo nos apropiamos de ella, por fe, una inclinación apenas natural es a compartir estas enseñanzas. Es algo inherente a quien está lleno de gracia. Alquien que desea liberar a otros del temor de no ser aceptados por Dios.

¿Recuerda el encuentro de la mujer samaritana con el Señor Jesús? El relato puede leerlo en Juan capítulo 4. Antes que cuestionarla y cerrarle la puerta de la salvación, el Maestro le extendió la gracia. Y ella se convirtió en una de las primeras expositoras de las buenas nuevas. Lea por favor los versos 28-30 y 39-43. ¿Qué aprende en el pasaje?

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La samaritana se encontró con una enseñanza liberadora y al mismo tiempo transformadora que rompía con todos sus esquemas, con todo aquello que había aprendido, y no calló. Por el contrario, habló a otros de Aquél que traía palabras de vida.

LA GRACIA NO SEÑALA, PERDONA

¿Por qué motivo la doctrina de la gracia tiene poca aceptación y enfrenta la animadversión en los púlpitos de muchas comunidad de creyentes? La respuesta es sencilla, aunque  compleja: porque trae perdón y liberación y no enfatiza el señalamiento de quienes han cometido errores.

Probablemente usted ha encarnado esa situación por años. Su existencia gravitó alrededor de los equívocos. Creyó que la salvación era imposible y, más aún, cambiar. Cuando lo intentó, fracasó una y otra vez y se dio por vencido. ¡En cristo y por su obra redentora, hay oportunidad!

Cuando aprendemos sobre la gracia, un elemento sorprendente es la disposición perdonadora del Padre celestial. Aun cuando puede y está llamado a condenarnos, no lo hace. Extiende su misericordia hacia nosotros. No lo merecemos y, sin embargo, Él lo hace.

Le animamos a leer una y otra y otra vez el encuentro de la mujer samaritana con Jesús. Lo encontrará en Juan 4: 5-43. Detalla ese amor del que venimos hablando, que se alimentan en la gracia. Busque el texto y compártanos sus apreciaciones:

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Es cierto, por sus prácticas adúlteras y licenciosas, merecía ser condenada. No obstante, Jesús le mostró la gracia. Y, de la mano con la gracia, una nueva oportunidad.

VALE LA PENA VIVIR EN LIBERTAD

La libertad que hallamos en Jesús, vale la pena hoy y siempre, Es una insensatez movernos fuera de ella. Es la antesala a una vida renovada y plena.

Todo irá bien, a menos que le abramos la puerta a los legalistas. De inmediato querrán robarnos todo aquello que recibimos de Dios. Se empecinarán en convencernos para que volvemos a la religiosidad que nos ata a las obras como fundamento para ser aceptados por el Padre.

El catedrático y autor norteamericano, Samuel Lewis Johnson Jr. (1915-2004), enseñó:

“Uno de los problemas más serios que enfrenta la iglesia, como igual ocurría con la iglesia en la época de Pablo,  es el legalismo. Siempre ha sido así. El legalismo arrebata de la vida de todo ser humano el gozo del Señor y con el gozo, se va también del creyente el poder para la adoración viva y el servicio entusiasta. No queda otra cosa que una expresión reprimida, triste, indiferente y sin brillo. El creyente sujeto a la ley es una pésima parodia del verdadero creyente.”

Las personas que promueven el legalismo, andan con una enorme lista de lo que se debe y no se debe hacer, no porque lo enseñe la Biblia, sino porque ellos mismos lo han concebido.

Con sus enseñanzas de error matan el espíritu de gozo y espontaneidad de quienes desean disfrutar de la libertad que proviene de la cruz de Cristo y que se soporta en la gracia.

Lo grave del asunto estriba en que esta mentalidad gobierna a los líderes de las congregaciones y se fijan el propósito de transferir esos principios de error a las nuevas generaciones. Por supuesto, dejan una estela de daño, no importa que se afinquen en que buscan hacer el bien e, incluso,  que de esa manera están sirviendo a Dios.

A diferencia de la libertad que supuestamente provendría del legalismo, el apóstol Pablo escribió a los creyentes de Galacia, en Asia Menor y que leemos en Gálatas: 1, 4, 5, 7, 8. ¿Qué aprende de esta Escritura?

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Igual ocurre hoy cuando escapamos de las redes del legalismo. Quienes nos conocieron caminando en la religiosidad, querrán que permanezcamos en la misma situación. Y si hemos emprendido una nueva vida, procurarán que volvamos atrás.

Incluso, se atreverán a decir que al creer en las bondades de la gracia, caímos en una corriente herética o que, quizá, nos estamos congregando en una secta. No conciben una vida cristiana a menos que esté sujeta a esclavitud.

¡Es hora de ser libres, por el poder y la gracia que provienen de Dios!


© Fernando Alexis Jiménez | Academia Bíblica de Fe y Gracia


La religiosidad y el legalismo buscan matar la gracia

Si hay dos peligrosos asesinos de la gracia de Dios, son el legalismo y la religiosidad. Infortunadamente han tomado fuerza inusitada en nuestro tiempo. Es hora de ser libres. Análisis bíblico.

Lección 8 | Curso Fundamentos de la Gracia


Cuando hablamos de libertad, en el contexto de la gracia, nos referimos a la independencia que logramos de las garras y del poder del pecado y de la culpa que conllevan. No es otra cosa que romper las ataduras de Satanás y de sus demonios que procuran sacar ventaja de nuestras debilidades.

Por supuesto, es liberarnos de la tiranía de las imposiciones de quienes se empecinan en mantenernos ligados a la religiosidad.

¿De qué manera se rompen las cadenas del pecado? Cuando despertamos a la generosa gracia de Dios y le permitimos que tome el control de nuestra existencia.

Los eslabones de la cadena se deshacen al vencer el temor y tomar conciencia de que nuestro amado Señor y Padre celestial tiene el control de absolutamente todo, comenzando por nuestra existencia.

¿Cómo es posible que ocurra? Porque ahora Cristo vive en nosotros, como explica el apóstol Pablo en el texto de Gálatas 2:20 que le invitamos a leer y escribir sus conclusiones:

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Jamás olvide, por favor, que no es por los esfuerzos propios que cambiamos y experimentamos crecimiento. Es por la gracia de Dios en nosotros, la cual se hizo posible por el sacrificio de Jesús en la cruz. También, esa sangre vertida en el Gólgota, nos hizo libres de la maldición de la Ley.

Se acabó la pesada carga que representaba en nuestra vida, a lo largo de muchos años, hacer obras y sacrificios procurando –en nuestra ingenuidad–, agradar a Dios y a las personas para lograr su favor.

La libertad que se deriva de la gracia divina nos lleva a ser independientes del temor que otrora nos gobernaba de ser condenados por el Padre celestial, como también, ser libres del miedo de la conciencia acusadora que no nos dejaba a sol ni sombra.

Si no actuamos para complacer a los demás, ¿por qué entonces obramos bien? La respuesta es sencilla: por amor a Dios y en respuesta a que Él nos amó primero (Juan 3: 16) Le invitamos a leer 1 Juan 4:19-21 con detenimiento y compartirnos sus apreciaciones:

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Charles Rozell Swindoll, escribió en cierta ocasión:

“La gracia trae libertad para disfrutar de los derechos y los privilegios de aquél a quien le ha sido quitado el yugo de la esclavitud, y de permitir a otros que también sean libres. Es libertad para vivenciar una nueva clase de poder que solo Cristo nos pude otorgar.”

En adelante y por la gracia de Dios, nuestro modelo para pensar y actuar es Jesucristo mismo, no un líder religioso que quiera amarrarnos al legalismo. De Él viene el camino que debemos seguir mientras crecemos en la gracia.

No somos iguales y, de hecho, no lo seremos jamás. Dios respeta y valora nuestra individualidad y, en esa dirección, el proceso transformador que obra en cada uno, tiene un carácter personal y único.

Él nos ofrece:

  • Libertad para tomar______________________.
  • Libertad para renunciar al ­­­­­­­­­­­­______________ y todas las manifestaciones de religiosidad.
  • Libertad para experimentar diariamente una _______________.
  • Libertad para _______________ a quienes manipulan y pretenden controlar nuestra espiritualidad.

Permítanos citar a continuación la enseñanza del apóstol Pablo a los Gálatas, capítulo 5, versos del 16 al 18. Lea el texto con cuidado e indíquenos qué aprende en las Escrituras:

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Sin duda los deseos de la carne pretenden gobernarnos. Si lo permitimos, volveremos atrás y el espíritu de religiosidad nos hará sentir que no tendremos jamás el perdón del Padre celestial.

LA OPOSICIÓN DEL LEGALISMO

El legalismo que induce al cristiano a creer que por sus obras se torna merecedor de la salvación, busca manipular nuestra vida de fe.  Impone su autoridad y abusa de ella.

El autor cristiano, Daniel Taylor, anota lo siguiente:

“El arma más grande del autoritarismo, sea de carácter secular o religioso, es el legalismo. Es la sumatoria de producción y manipulación de reglas con el propósito de ejercer un control ilegítimo de las personas. Quizá el legalismo sea la manifestación más dañina de todas las perversiones que se atribuyen a la voluntad de Dios y la obra de Cristo, por supuesto, de manera herética. Son enseñanzas que distan mucho de la realidad. Por ese motivo, el legalismo se aferra a ley a expensas de la gracia, a la letra en lugar del Espíritu.”

Desconocemos qué enseñanzas hayan cimentado su vida, pero es necesario reevaluarlas desde la óptica de la gracia de Dios, que nos lleva a experimentar libertad.

El legalismo es una expresión del temor del ser humano que, como mecanismos de defensa, se refugia en las obras y los sacrificios para ganar el favor de Dios. Sus promotores esperan que las personas lleguen a conocer a Dios de la misma forma que ellos, que tengan experiencias religiosas similares y expresiones con las que buscan visibilizar su piedad y consagración.

Por supuesto, los legalistas justifican su comportamiento y actúan con cierta peculiaridad:

  • ________________________
  • ________________________
  • ________________________
  • ________________________
  • ________________________
  • ________________________

El autor cristiano, Eugene Holland  Peterson (1932-2018), enseña lo siguiente:

“La palabra creyente tiene un significado diferente para las personas. Puede que para alguien tenga el significado de un estilo de vida rígido, severo, carente de color y de flexibilidad, Para otro significa una aventura llena de sorpresas y de riesgos, como si se viviera casi en el aire, en un ambiente de expectación, con entusiasmo, explorando cada una de las experiencias como dimensiones de la vitalidad humana, buscando propósito y gracia en cada una de ellas.”

Esta perspectiva nos lleva a reflexionar en el incontable número de congregaciones que se reúnen por obligación, sin gozo ni dinamismo o convicción entre sus miembros. Definitivamente no conocen lo que es vivir bajo la gracia divina.

A muchos de quienes se reúnen allí, que en su momento conocieron la gracia del Señor, pero que se apartaron para volver a la religiosidad, les viene a la mano la enseñanza del apóstol Pablo:

Ustedes corrían bien, ¿quién les impidió obedecer a la verdad?” (Gálatas 5: 7; Cf. Gálatas 1: 6; 3:1-3 | NBLA)

Cuando tenemos convicción sobre la libertad que Cristo trae a nuestra vida y que, por ese motivo, somos hijos de Dios, no se concibe que volvamos atrás, a los esfuerzos inútiles para ser aceptados. Si lo hacemos, fallaremos una y otra vez, y la frustración nos llevará al terreno en el que no queremos intentarlo de nuevo.

LAS HERRAMIENTAS DEL LEGALISTA

Compartimos con usted algunas de las herramientas más comunes del legalista para volver a atarlo a la religiosidad o, tal vez, mantenerlo en ese estado:

1.- Distorsión de la verdad para reemplazarla por enseñanzas de herejía.

2.- Desestimar la fe como camino para recibir la salvación de Dios.

3.- Desconocer que, desde la fundación del mundo, el amor de Dios sustenta la gracia.

4.– Equiparar el afán de agradar a los hombres con el propósito de agradar a Dios.

5.- Buscar esclavizar las personas a la religiosidad para poder manipularlas.

Nuevamente nos permitimos citar al autor cristiano, Eugene Holland  Peterson (1932-2018), cuando escribe lo siguiente:

“Hay personas que no quieren que seamos libres delante de Dios, aceptados tal como somos por Su gracia. Quieren controlarnos y usarnos para Sus propósitos. Esas personas se niegan a vivir una fe ardiente y abierta; con frecuencia encuentran la manera de controlar, reprimir y asfixiar la vida de los creyentes libres.”

Bajo ninguna circunstancia podemos ceder a esas artimañas.

¿CÓMO ESCAPAR DEL LEGALISMO RELIGIOSO?

Cuando sabemos que hay persona que espían nuestra libertad y quieren esclavizarnos de nuevo, es importante tener en cuenta las siguientes recomendaciones:

1.– Manténgase firme en la ___________________ (Gálatas 5: 1)

2.- Deje de buscar la _______________de otras personas.

3.- Niéguese a vivir ________________.

4.- Viva con honestidad, sujeto a la __________________.

Por supuesto, no somos perfectos y probablemente nunca lo seremos. Por la gracia de Dios, Él nos ve justos. Nos acepta. Por ese motivo, no podemos tratar de complacer a quienes nos rodean, con un comportamiento hipócrita que busca agradar únicamente.


PALABRAS Y FRASES PARA COMPLETAR


A continuación, encontrará las palabras y frases que son necesarias para llenar los espacios vacíos que aparecen en la Lección de hoy:

1.- Decisiones responsables

2.– Legalismo

3.– Vida plena.

4.– No obedecer

LA OPOSICIÓN DEL LEGALISMO

1.– Rigidez

2.- Severidad

3.- Exigencias altas

4.- Autoritarismo

5.- Presión

6.- Manipulación

¿CÓMO ESCAPAR DEL LEGALISMO RELIGIOSO?

1.- Libertad de Cristo.

2.– Aprobación

3.- Esclavizado.

4.- Verdad bíblica.


© Fernando Alexis Jiménez | Academia Bíblica de Fe y Gracia


¡Ahora usted es libre en Cristo!

Aunque no había oportunidad, Dios por su amor, nos perdonó. Ese perdón y nueva oportunidad es la gracia que se extiende a todos nosotros. Análisis a la luz de la Biblia.

Lección 9 | Curso Fundamentos de la Gracia


Un hecho que resulta doloroso en nuestros días es que se mantiene la esclavitud humana. Pero hay otra esclavitud, menos visible, pero muy extendida. Nos referimos a la esclavitud espiritual. Son cadenas que se mantienen por años. Atan a los hombres y mujeres a la religiosidad y al legalismo y les cierran las puertas de la gracia de Dios.

A pesar de que Jesús el Señor rompió los ligamentos del ayer, como fruto de Su obra redentora en la cruz, muchos creyentes se comportan como si todavía fueran esclavos.

El diablo sabe que fuimos libertados de su control y hace lo que esté a su alcance para mantener a las personas sometidas a la vergüenza de la culpa, la ignorancia y la intimidación.

El apóstol Pablo escribió una poderosa enseñanza que vale la pena tener en cuenta. La encontramos en Romanos 3:21-26. Léala cuidadosamente y nos comparte sus apreciaciones:

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Es evidente que todos los seres creados por Dios anduvimos en algún momento bajo la esclavitud del pecado. Otros aún se encuentran en esa situación. Es doloroso, pero real.

A partir de la Palabra aprendemos que:

  • Nadie es justo
  • Hay desconocimiento alrededor de lo que es la gracia en el contexto bíblico.
  • No hay pureza ni inocencia en el género humano.
  • Las obras humanas no satisfacen a Dios ni nos tornan aceptos en Su Presencia.

Sin embargo, por disposición del Padre, Su Hijo Jesús nos hizo libres. Encuentre esta verdad en Romanos 3: 21, 22. ¿A qué conclusiones llega usted?

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Aunque no había oportunidad, Dios por su amor, nos perdonó. Ese perdón y nueva oportunidad es la gracia que se extiende a todos nosotros.

NO CREA LAS MENTIRAS DE SATANÁS

¿Leyó alguna vez la novela Los Miserables del poeta y dramaturgo francés, Víctor Hugo? Recuerde que se centra en la historia de Jean Valjean, condenado a prisión por robar una hogaza de pan para sus sobrinos. Al salir de la cárcel, Valjean reincide en el robo, pero la buena voluntad de un sacerdote lo hace reformar su vida.

El inspector Javert se obsesiona con capturarlo de nuevo. Y aunque la vida de Jean Valjean se reformó y enfocó sus esfuerzos en ayudar a quienes lo necesitaban, Javert su perseguidor nunca lo dejó en paz. Desde la perspectiva de este inspector, el ayer de aquel hombre nunca se había borrado.

Igual ocurre hoy día. Satanás es nuestro adversario permanente. Aunque el Padre celestial perdonó los pecados que cometimos—gracias a que Jesús nos hizo justos en la cruz—el enemigo sigue empecinado en hacernos sentir culpables y frenar el crecimiento espiritual.

No podemos creerle al maligno. Hacerlo, sería un grave error. Por fe, hoy y siempre la mirada debe estar puesta en Jesús el Salvador. En ese orden de ideas, es menester que nos apropiemos de la gracia que nos asegura la salvación eterna.

EL PASADO QUEDÓ ATRÁS

Por supuesto, seguimos cometiendo errores. No obstante, cuando nos gobierna un arrepentimiento sincero y hay disposición de cambio, en Padre nos permite dar pasos victoriosos.

De esta manera queda atrás el pasado, como describe el autor sagrado en Romanos 3:22-26. Es un pasaje que ilustra principios maravillosos. Por favor, escríbalos a continuación:

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La mejor graficación del asunto es que Cristo nos vio en la anterior condición de esclavitud: perdidos, miserables, inútiles, incapaces de cambiar por nuestras propias fuerzas o de escapar de la opresión de la pecaminosidad.

Movido por la compasión y el amor, Jesús el Señor, por gracia, pagó el precio de nuestro pecado en la cruz para liberarnos.

Por supuesto, su propósito eterno es que no sigamos atados a la esclavitud.

Alrededor del tema, Charles Rozell Swindoll, escribe:

“Michos creyentes todavía viven como si fueran esclavos. Como prefieren desconocer la libertad que Cristo logró para ellos, muchos viven una vida mentalmente orientada hacia el pecado. En realidad, la mayoría vive así.”

El Señor Jesucristo nos hizo libres. Conscientes que fuimos perdonados, nos corresponde vivir como hombres y mujeres en libertad  que se han fijado el propósito de no permitir que nadie ni nada nos roben esa libertad que está ligada a la gracia.

Teniendo en cuenta estos elementos, cobra particular vigencia lo que enseña Pablo en Romanos 3:28-30. Escriba sus conclusiones:

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El asunto es que la mayoría de los creyentes han sido adiestrados para considerar previsible que pecarán y, luego, tratan con sus pecados para apropiarse y hacer uso de la libertad en Cristo. En pocas palabras, se valida el auto fracaso frente al desafío de no ceder a la pecaminosidad.

LA LIBERTAD EN CRISTO

Cuando hacemos alusión a la libertad en Cristo, nos referimos a dos elementos específicos:

  • Libertad de la intimidación de Satanás.
  • Libertad del dominio de Satanás.

El fundamento para nuestra libertad lo encontramos en 1 Juan 1:9:

Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonarnos los pecados y para limpiarnos de toda maldad

Es esencial seguir esa ruta bíblica para romper las ataduras que nos mantienen en temor, culpa, vergüenza y derrota.

Nuestra fortaleza para vencer la pecaminosidad y avanzar un día a la vez, proviene de la gracia de Dios. Allí se hace realidad la enseñanza del apóstol Pablo en Romanos 6:11-14. Compártanos sus apreciaciones:

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En ese orden de ideas es esencial que nuestra perseverancia sea alrededor de la nueva vida en Cristo, como leemos en Efesios 6: 1, 2. ¿Cómo aplica este pasaje a su vida?

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Insistimos en la necesidad de apropiarnos de la libertad en Cristo y romper con la esclavitud que nos impide avanzar.

El teólogo y maestro bíblico inglés, Charles Haddon Spurgeon (1834-1892), escribió:

“Dios, en efecto, nos dio una fuerza insospechada, antes las pruebas extraordinarias, y como resultado, pudimos levantarnos de nuestra flaqueza. Los cobardes se tornan valientes, los insensatos se convierten en sabios, y a los mudos se les inspira lo que han de hablar en aquella hora. Nuestra propia debilidad nos atemoriza, pero la promesa de Dios nos infunde aliento.”

Es importante comenzar cada nueva jornada con la firme convicción de que la gracia de Dios no se irá de nosotros. Nos acompañará en todo momento. La hemos recibido por fe, no por nuestros méritos para ser aceptados y amados por Dios. ¡Él nos ve justos por el sacrificio redentor de Cristo en el Gólgota!

Hay un verso sobre el que debemos meditar con frecuencia y atesorarlo en el corazón:

“Así también ustedes, considérense muertos para el pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús.” (Romanos 6: 11 | NBLA)

El autor y maestro bíblico, Charles Rozell Swindoll, anota:

“Usted está en Cristo. Él fue sacrificado una vez y para siempre. Él murió una vez por usted, de modo que usted ya no necesita morir de nuevo. La muerte al pecado es un hecho consumado. Un andar victorioso tiene que partir de nuestro convencimiento de esa realidad.”

Solo cuando sabemos que ya morimos al poder del pecado y ahora estamos vivos en el poder de Dios en Cristo, es que podemos vivir como vencedores y no como víctimas de la esclavitud.

MORIMOS AL PECADO

Estamos en Cristo. Hemos muerto al pecado (Romanos 6: 12). Cristo mora en nuestras vidas, otorgándonos el poder de Dios, poder que antes no teníamos. Ahora estamos bajo la gracia (Romanos 6: 14)

Cuando comenzamos a pensar y actuar como hombres y mujeres libres, Satanás ya no puede controlarnos ya que sobre nosotros está el poder liberador de la gracia divina.

No es un proceso fácil porque queremos vivir en consonancia con la vieja esclavitud y hábitos de pecado que nos lleva a sentirnos culpables. Además, nuestro adversario Satanás no se da por vencido fácilmente. Tampoco querrán rendirse los religiosos y legalistas que nos rodean y que el diablo mismo utiliza como instrumentos para robarnos la gracia. Pese a ello, jamás olvide que estamos llamados a vencer.


© Fernando Alexis Jiménez | Academia Bíblica de Fe y Gracia


Contrólese, con ayuda de Dios, para no apartarse de la gracia

Lo que no podemos hacer, bajo ninguna circunstancia, es abusar de la libertad que Dios nos concede mediante la gracia.


Lección 10 | Curso Fundamentos de la Gracia


Una realidad que no se puede ni ocultar ni negar es que algunas personas abusan de la libertad que proviene de la gracia de Dios. Si para evitar que ocurra, se establecen restricciones, de inmediato se raya en la frontera del legalismo. En otras palabras, se mata la gracia.

¿Qué hacer entonces? Acogernos al autocontrol. Permitir que nos gobierne el Espíritu Santo, que es la misma presencia de Cristo en cada vida.

La mayoría de los creyentes necesitan ser liberados, no reprimidos. Nuestra tarea es proclamar la gracia, Dios se encarga del control en su amor y misericordia. Por supuesto, Él realiza la tarea mucho mejor que nosotros. Jamás olvide que las Escrituras nos animan a perseverar en esa libertad no a aplicarle restricciones.

NO DESESTIME LA LIBERTAD DE LA GRACIA

Uno de los grandes fundamentos de la gracia es la libertad para el creyente. Sobre esa base, le animamos a considerar los siguientes principios, a partir de las Escrituras que los acompañan:

1.- El Señor Jesucristo hizo posible nuestra __________________.

Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud.” (Gálatas 5: 1 | RV60)

2.- El Señor Jesucristo nos hizo _______________delante del Padre.

Porque el que ha muerto, ha sido justificado del pecado.” (Romanos 6: 7| RV60)

3.- La gracia nos libra de la ley del_______________.

Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte.” (Romanos 8: 2| RV60)

4.- La verdad que se deriva de la gracia nos hace_________________.

Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.” (Juan 8: 31, 32 | RV60)

5.- El Señor Jesucristo nos aseguró la verdadera__________________.

Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.” (Juan 8: 36 | RV60)

Lamentablemente muchísimas personas desconocen estos y otros temas de las Escrituras relacionados con la gracia y la libertad. Y si las conocen, no alcanzan a dimensionar su grandeza. Y quienes las entienden bien, es probable que saquen los versos bíblicos de su contexto para incurrir en el libertinaje.

CINCO PILARES DE LA LIBERTAD

Un camino seguro para mantenernos en la ruta de la libertad que proviene de la gracia, es fundamentar nuestra vida en lo que enseñan las Escrituras.

En ese orden de ideas, hay cuatro pilares sobre los que se soporta la libertad.

1.- Libertad del ______________________.

2.- Libertad de la ______________________.

3.- Libertad del ______________________.

4.- Libertad de nuestro ______________________.

5.- Libertad de la inseguridad de la ______________________.

Cuando esos cimientos están claros en nuestro corazón, no permitiremos que ninguna persona, ni tampoco Satanás, nos roben las bendiciones de la gracia.

DECISIONES QUE MARCAN LA DIFERENCIA

Nuestro estilo de vida está determinado por aquello que nos guía. Puede ser la libertad de la gracia o la sujeción al pecado.

“¿No saben ustedes que cuando se presentan como esclavos a alguien para obedecerle, son esclavos de aquel a quien obedecen, ya sea del pecado para muerte, o de la obediencia para justicia?” (Romanos 6: 16 | NBLA)

El pecado nos lleva a la muerte, mientras que la obediencia, a la vida. Esa obediencia está ligada a comprender que por la gracia de Dios ahora somos justos delante del Padre y caminamos en Su voluntad.

Antes de conocer a Cristo estábamos sometidos al pecado. Cuando comprendemos la obra liberadora de la cruz, le entregamos al Señor el pleno control de nuestra existencia.

Lo maravilloso es que, al movernos en la gracia de Dios, somos libres del poder del pecado que antes nos mantenía atados.

El apóstol Pablo lo explica en los siguientes términos:

Pero gracias a Dios, que aunque ustedes eran esclavos del pecado, se hicieron[a] obedientes de corazón a aquella forma de doctrina a la que fueron entregados,  y habiendo sido libertados del pecado, ustedes se han hecho siervos de la justicia.” (Romanos 6: 17, 18 | NBLA)

Si elegimos caminar en la justicia, disfrutaremos de un estilo de vida caracterizado por las bendiciones de Dios.

Ahora, aquí es necesario aclarar que la gracia nunca significará que estemos libres para vivir como queremos, sin tomar en cuenta las consecuencias. Significa que somos libres para elegir la santidad o la desobediencia.

LIBRES PARA EXPERIMENTAR CRECIMIENTO

Cuando la gracia de Dios opera en nosotros, se materializa la instrucción impartida por el apóstol Pablo:

“Por esta razón, también nosotros, desde el día que lo supimos, no hemos cesado de orar por ustedes, pidiendo que sean llenos del conocimiento de Su voluntad en toda sabiduría y comprensión espiritual, para que anden como es digno del Señor, haciendo en todo, lo que le agrada, dando fruto en toda buena obra y creciendo en el conocimiento de Dios. Rogamos que ustedes sean fortalecidos con todo poder según la potencia de Su gloria, para obtener toda perseverancia y paciencia, con gozo dando gracias al Padre que nos ha capacitado para compartir la herencia de los santos en la Luz.” (Colosenses 1: 10-12| NBLA)

Antes, agradar a Dios no era posible en nuestras fuerzas y, de hecho, nunca lo será. Al conocer el poder de la cruz y depositar nuestra fe en la obra redentora, cruzamos esa frontera. Ahora que la sangre de Cristo ha limpiado nuestros pecados, estamos gloriosamente libres para agradar a Dios.

Lo que no debemos hacer es ampararnos tras la gracia de Dios para cubrir la desobediencia deliberada. Ese sería un abuso de un regalo inmerecido del amado Padre celestial.

No basta con incorporar la gracia a nuestro vocabulario, sino que la cultivemos en nuestra vida y la compartamos con los demás. Es un proceso maravilloso en el que experimentamos crecimiento peramente con ayuda del Señor.

“Porque cuando ustedes eran esclavos del pecado, eran libres en cuanto a la justicia.  ¿Qué fruto tenían entonces en aquellas cosas de las cuales ahora se avergüenzan? Porque el fin de esas cosas es muerte. Pero ahora, habiendo sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tienen por su fruto la santificación, y como resultado la vida eterna. Porque la paga del pecado es muerte, pero la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.” (Romanos 6:20-23 | NBLA)

Tenga presente lo siguiente:

  • Por la gracia de Dios estamos libres de la ______________________.
  • Por la gracia de Dios somos ______________________.
  • Por la gracia de Dios somos ______________________.

Las bendiciones no son solo materiales como precisan algunos. Trascienden mucho más que lo material. Está más ligado a la libertad, el crecimiento y la madurez espiritual, y lo más importante: la vida eterna.

DOS DIMENSIONES DE LA GRACIA

Si la gracia nos da la capacidad de elegir, nos inclinaremos por la santidad. Ahora, la gracia tiene dos dimensiones que se manifiestan claramente en nuestra vida:

  • La dimensión vertical, que es la relación con Dios.
  • La dimensión horizontal, que es la relación con las personas que interactuamos diariamente.

La conjugación de las dimensiones nos libera de las exigencias de la ley y del peso de tener que agradar a las personas alrededor. Es la puerta para disfrutar de la libertad plena. De hecho, nos quita la vergüenza e incapacidad de vencer el pecado que nos hemos auto impuesto.

Tome la decisión apropiada. Recuerde que tenemos frente a nosotros la libertad o el legalismo y el camino que escojamos, determina cómo viviremos.


PALABRAS Y FRASES PARA COMPLETAR


A continuación, encontrará las palabras y frases que son necesarias para llenar los espacios vacíos que aparecen en la Lección de hoy:

NO DESESTIME LA LIBERTAD DE LA GRACIA

1.- Libertad.

2.- Justos.

3.- Pecado.

4.– Libres.

5.- Libertad.

CINCO PILARES DE LA LIBERTAD

1.- Pecado

2.- Vergüenza

3.- Pasado

4.- Estilo de vida

5.- Salvación

LIBRES PARA EXPERIMENTAR CRECIMIENTO

1.- Opresión del pecado.

2.- Siervos de Dios.

3.- Bendecidos.


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Experimente transformación a partir de la gracia

Tenga en cuenta que uno de los rasgos de la madurez cristiana es la habilidad de apropiarnos de la libertad sin hacer alarde. Quien ha avanzado, ni se jacta ni hace mal uso de sus privilegios.

Lección 11 | Curso Fundamentos de la Gracia


Lo más común entre las personas que aún no conocen la gracia de Dios es cuestionar a quienes le rodean. Juzgarlos. Poner sobre su prójimo el peso de la condena. Al hacerlo—juzgar a los quienes les rodean–, muchos sienten tranquilidad. Lo cierto es que avanzan en contravía de lo que Dios enseña en Su Palabra:

“Acepten al que es débil en la fe, pero no para juzgar sus opiniones. Uno tiene fe en que puede comer de todo, pero el que es débil solo come legumbres. El que come no desprecie al que no come, y el que no come no juzgue al que come, porque Dios lo ha aceptado. ¿Quién eres tú para juzgar al criado de otro? Para su propio amo está en pie o cae. En pie se mantendrá, porque poderoso es el Señor para sostenerlo en pie.” (Romanos 14. 1-4 | NBLA)

En ese orden de ideas, hay cuatro elementos sobre los cuales le animamos a meditar:

1.- Es necesario ______________________y no poner barreras para que alcancen la libertad (Romanos 14:5-8).

2.- Si dejamos de _____________________será el Señor quien dirija sus vidas (Romanos 14.9-12)

3.- ________________a las personas significa no seguir asumiendo una posición de juez (Romanos 14: 13-18)

4.- El _________________________ demanda que expresemos nuestra libertad con sabiduría.

Tenga en cuenta que uno de los rasgos de la madurez cristiana es la habilidad de apropiarnos de la libertad sin hacer alarde. Quien ha avanzado, ni se jacta ni hace mal uso de sus privilegios.

NO PONGA BARRERAS A LA LIBERTAD

Cuando ponemos talanqueras a quienes se han apropiado de la gracia, levantamos estorbo a la obra de Dios. Bloqueamos el avance de los creyentes cuando cuestionamos, juzgamos o desestimamos el proceso que están viviendo.

Una forma de expresar el amor hacia los demás, es ayudándoles en su crecimiento en el día a día y, de ser posible, despejar sus interrogantes alrededor de lo que significa caminar en la gracia.

Habiendo limpiado la suciedad de nuestro corazón y de la opresión del pecado, ahora Dios trabaja en nuestro ser para que la gracia perfeccione el carácter y podamos dar nuevos pasos hacia la plenitud. Igual que nosotros, las personas que nos rodean, que llegan a conocer el maravilloso alcance de la gracia.

¿Qué hace ahora el Señor? Trabaja en nuestro ser para que las modificaciones y ajustes que necesitamos, se hagan realidad.

¿Por qué nos atrevemos a asegurarlo? Al menos por cuatro razones bíblicas:

1.- Dios tiene un ________________________con cada uno de nosotros.

“Y sabemos que para los que aman a Dios, todas las cosas cooperan para bien, esto es, para los que son llamados conforme a Su propósito. Porque a los que de antemano conoció, también los predestinó a ser hechos conforme a la imagen de Su Hijo, para que Él sea el primogénito entre muchos hermanos.” (Romanos 8: 28, 29 | NBLA)

2.- Dios nos ___________________durante todo el proceso.

Estoy convencido precisamente de esto: que el que comenzó en ustedes la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Cristo Jesús.” (Filipenses 1: 6 | NBLA)

3.- Dios es quien nos ________________________

“Porque nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también ansiosamente esperamos a un Salvador, el Señor Jesucristo, el cual transformará el cuerpo de nuestro estado de humillación en conformidad al cuerpo de Su gloria, por el ejercicio del poder que tiene aún para sujetar todas las cosas a Él mismo.” (Filipenses 3: 20, 21 | NBLA)

4.- Ahora estamos revestidos del ___________________

“Dejen de mentirse los unos a los otros, puesto que han desechado al viejo hombre con sus malos hábitos, y se han vestido del nuevo hombre, el cual se va renovando hacia un verdadero conocimiento, conforme a la imagen de Aquel que lo creó.” (Colosenses 3. 9, 10 | NBLA)

Bajo la poderosa mano de Dios absolutamente todos estamos viviendo nuestro propio proceso. Él está trabajando con nosotros, no contra nosotros, como parecen pensarlo los legalistas y religiosos de nuestra época.

TRES DISTINTIVOS DEL CRECIMIENTO EN LA GRACIA

En el mover de la gracia en nuestra vida, aprendemos al menos tres aspectos que es importante considerar:

1.- El proceso_________________. Dios no tiene afanes. Hace todo conforme Él quiere y en Su tiempo perfecto.

2.- El proceso puede incluir_____________________. No podemos pretender que, por ser ahora cristianos, estaremos exentos de los problemas. La diferencia es que ahora el Señor nos ayuda a resolverlos.

3.- El proceso viene de la mano con un________________. Dios no se detiene. Trabaja en nuestro ser las veinticuatro horas.

La transformación que se deriva de la gracia, es la que nos lleva a un nuevo nivel el cual no podríamos alcanzar por esfuerzo propio. Es en ese contexto que el apóstol Pablo escribe:

Pero por la gracia de Dios soy lo que soy, y Su gracia para conmigo no resultó vana. Antes bien he trabajado mucho más que todos ellos, aunque no yo, sino la gracia de Dios en mí.” (1 Corintios 15. 10 | NBLA)

Aunque no cumplimos requisitos ni nos asisten los méritos que quisiéramos, porque nuestra inclinación a la pencaminosidad nos levanta barreras, la gracia de Dios hace posible el perdón y le da sentido a nuestra existencia.

Fue el propio apóstol Pablo quien debió reconocer su debilidad y la necesidad de depender de la gracia de Dios en todo momento:

“Y dada la extraordinaria grandeza de las revelaciones, por esta razón, para impedir que me enalteciera, me fue dada una espina en la carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca. Acerca de esto, tres veces he rogado al Señor para que lo quitara de mí. Y Él me ha dicho: «Te basta Mi gracia, pues Mi poder se perfecciona en la debilidad». Por tanto, con muchísimo gusto me gloriaré más bien en mis debilidades, para que el poder de Cristo more en mí. Por eso me complazco en las debilidades, en insultos, en privaciones, en persecuciones y en angustias por amor a Cristo, porque cuando soy débil, entonces soy fuerte. Me he vuelto insensato; ustedes me obligaron a ello. Pues yo debiera haber sido elogiado por ustedes, porque en ningún sentido fui inferior a los más eminentes apóstoles, aunque nada soy.” (2 Corintios 12.7-11 | NBLA)

La gracia nos capacita para admitir las luchas internas que libramos en todo momento. Sin embargo, encontramos contentamiento en nuestras debilidades; desaparece la ansiedad que produce el esfuerzo por mantener un nivel de aceptación entre quienes nos rodean.  No dependemos del esfuerzo propio ni del perfeccionismo.

En ese devenir, aprendemos a responder apropiadamente en cada situación que se nos presenta, como escribe el apóstol Pablo:

“Anden sabiamente para con los de afuera, aprovechando bien[a] el tiempo. Que su conversación sea siempre con gracia, sazonada como con sal, para que sepan cómo deben responder a cada persona.” (Colosenses 4: 5, 6 | NBLA)

Estamos llamados a vivir en la gracia. No es en nuestras fuerzas ni por nuestros méritos. Es Dios quien nos ayuda en cada nuevo paso. Decídase hoy…


PALABRAS Y FRASES PARA COMPLETAR


A continuación, encontrará las palabras y frases que son necesarias para llenar los espacios vacíos que aparecen en la Lección de hoy:

1.- Aceptar a los demás

2.- Controlar a las personas

3.- Liberar

4.- Amor por el prójimo

NO PONGA BARRERAS A LA LIBERTAD

1.- Propósito

2.- Acompaña

3.- Transforma

4.- Nuevo hombre

TRES DISTINTIVOS DEL CRECIMIENTO EN LA GRACIA

1.- Toma tiempo

2.- Dolor y sufrimiento

3.- Cambio


© Fernando Alexis Jiménez | Academia Bíblica de Fe y Gracia


Decídase a proclamar la gracia de Dios


Lección 12 | Curso Fundamentos de la Gracia


Si entendemos qué es y cuáles son los alcances de la gracia de Dios en nuestras vidas, es apenas previsible que queramos compartir esta verdad maravillosa con quienes viven sumidos en la desesperación. En pocas palabras estamos llamados a constituirnos en ministros de la gracia.

Esto por supuesto incluye a quienes no ejercen el pastorado oficialmente, o quizá no son maestros o ancianos o diáconos reconocidos en una congregación, ni ostentan una posición de liderazgo. Aquí el asunto no es de ordenación ministerial, sino de servir de corazón a Dios y responder a su llamamiento.

Absolutamente nadie ni nada podrán impedir que desarrollemos ese ministerio. Compartir las buenas nuevas de salvación no demanda que tengamos una credencial o que hayamos sido ordenados en una ceremonia especial para poder servir.

Quizá usted anhela hacerlo. Está en su corazón. Arde como una llama. Y tiene claro que no obedece simplemente al emocionalismo del momento. Si es así, ríndase a Dios y pídale que abra las puertas necesarias para desarrollar ese ministerio de la gracia que viene tomando fuerza en el mundo. Él pondrá junto a usted las personas que necesitan el mensaje alentador.

Es necesario aprovechar nuestra capacidad de influenciar, aquella de la que nos ha provisto el Padre celestial, para compartir el Evangelio.

Algo que deberíamos enseñar, es lo que comparte el pastor, maestro y autor ingles Arthur Walkington Pink (1886-1952):

«Tenga en cuenta que Cristo salva a su pueblo de sus pecados. Cristo envía a su Espíritu Santo a sus corazones de modo que son cambiados radicalmente; dejan de ser lo que eran antes. El Espíritu Santo derrama el amor de Dios en el corazón de aquellos que regenera, y ese amor es manifestado en un anhelo profundo y una decisión sincera de complacer a Aquel que los ama.»

Si avanza en esa dirección, en el propósito de desarrollar el ministerio de la gracia sujeto a las Escrituras, es importante que se formule y responda a los siguientes interrogantes:

  • ¿Realmente está motivado a compartir las buenas nuevas de la gracia con otras personas’
  • ¿Para cumplir la tarea depende de usted, de sus fuerzas, o depende de Dios enteramente?
  • ¿Su tarea de proclamar la gracia está acompañada, motivada y sostenida por el Espíritu de Dios?

Son tres preguntas en apariencia sencillas, pero que pueden marcar un antes y un después en su decisión de servir a Dios.

OPCIONES AL SERVIR A DIOS

Cuando servimos a Dios de manera voluntaria a través de un ministerio, hay dos opciones que debemos considerar. Cada una de ellas tiene su alance y consecuencias:

  • Servir a Dios en nuestras fuerzas.
  • Servir a Dios a la manera que Él quiere.

Si usted desarrolla un ministerio, evite desarrollarlo con sus propias capacidades. Jamás olvide la Palabra por medio de la cual nuestro amado Señor instruye:

“Continuó él, y me dijo: «Esta es la palabra del Señor a Zorobabel: “No por el poder ni por la fuerza, sino por Mi Espíritu”, dice el Señor de los ejércitos.  “¿Quién eres tú, oh gran monte? Ante Zorobabel te convertirás en llanura; y él sacará la piedra clave entre aclamaciones de ‘¡Gracia, gracia a ella!’” (Zacarías 4: 6, 7 | NBLA)

Quienes ministran por fuera de la gracia, se caracterizan por dos elementos:

1.- Quienes obran en sus propias fuerzas usan el ________________  para emprender proyectos visibles.

2.- Quienes tienen un estilo fundamentado en sus esfuerzos se apoyan más en el poder humano que en ______________.

Los que acuden a la estrategia de esforzarse por cuenta propia, hacen acopio del carisma y, de la mano con esa empatía que despiertan, despliegan la persuasión, demostraciones de poder, ejercen presión, utilizan la fuerza, las amenazas, el control velado y, en algunos casos, la intimidación religiosa e ideológica. Cuando es necesario, acuden al engaño.

Bajo ninguna circunstancia podemos ampararnos en nuestras fuerzas y poder. Es necesario abrir el espacio que le corresponde al Espíritu Santo incluyendo la remoción de los obstáculos que salen al paso.

DISTINTIVOS DE UN MINISTERIO DE LA GRACIA          

Cuando analizamos un ministerio que tiene como eje central a la gracia de Dios, identificamos las siguientes características:

1.– Generosidad con las ______________, dejando de lado el ____________.

“La congregación de los que creyeron era de un corazón y un alma. Ninguno decía ser suyo lo que poseía, sino que todas las cosas eran de propiedad común. Con gran poder los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús, y había abundante gracia sobre todos ellos.  No había, pues, ningún necesitado entre ellos, porque todos los que poseían tierras o casas las vendían, traían el precio de lo vendido, y lo depositaban a los pies de los apóstoles, y se distribuía a cada uno según su necesidad.” (Hechos 4: 32-35 | NBLA)

2.- Animar a las personas durante los _______________.

“Ahora bien, los que habían sido esparcidos a causa de la persecución que sobrevino después de la muerte de Esteban, llegaron hasta Fenicia, Chipre y Antioquía, no hablando la palabra a nadie, sino solo a los judíos. Pero había algunos de ellos, hombres de Chipre y de Cirene, los cuales al llegar a Antioquía, hablaban también a los griegos, predicando el evangelio del Señor Jesús.” (Hechos 11: 19, 20 | NBLA)

3.- El _________________ guía el ministerio de la gracia.

 No que seamos suficientes en nosotros mismos para pensar que cosa alguna procede de nosotros, sino que nuestra suficiencia es de Dios, el cual también nos hizo suficientes como ministros[a] de un nuevo pacto, no de la letra, sino del Espíritu. Porque la letra mata, pero el Espíritu da vida.” (2 Corintios 3: 5, 6 | NBLA)

4.- El ministerio de la gracia pone de relieve la _______________ que proviene del Espíritu Santo.

Ahora bien, el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, hay libertad.” (2 Corintios 3: 17 | NBLA)

5.- Se promueve la libertad respecto al fracaso del ______________ sobre nuestras vidas.

“Doy gracias a Cristo Jesús nuestro Señor, que me ha fortalecido, porque me tuvo por fiel, poniéndome en el ministerio, aun habiendo sido yo antes blasfemo, perseguidor y agresor. Sin embargo, se me mostró misericordia porque lo hice por ignorancia en mi incredulidad.  Pero la gracia de nuestro Señor fue más que abundante, con la fe y el amor que se hallan en Cristo Jesús.” (1 Timoteo 1: 12-14 | NBLA)

Una atmósfera de gracia impide que tome fuerza el egoísmo. Llegamos a comprender que las posesiones materiales no son nuestras, sino del Señor.  Si confiamos en Él, abrimos paso para que haga Su obra, a Su manera y como es debido, en su tiempo perfecto.

La gracia libera a las personas no solamente del pecado, sino también de la vergüenza de un pasado de equívocos. ¿Es eso en lo que enfatizamos al desarrollar el ministerio? Lo planteamos porque si un ministerio dice ser de la gracia, pero no pone en claro las cosas y liberta del legalismo, no está en la dirección apropiada.

Cabe aquí traer a colación lo que escribe el pastor, maestro y autor ingles Arthur Walkington Pink (1886-1952):

«Cuando Cristo salva a un alma, la salva, no sólo del infierno, sino del poder del pecado. Lo libra del dominio de Satanás y del amor al mundo. Lo libra del temor al hombre, las lascivias de la carne y el amor a sí mismo. Es cierto que no ha completado esta obra bendita; es cierto que la naturaleza pecadora no ha sido aún erradicada, pero el que es salvo, ha sido liberado del dominio del pecado (Romanos 6:14). La salvación es algo sobrenatural que cambia el corazón, renueva la voluntad, transforma la vida, de manera que es evidente a todos a su alrededor que hubo un milagro de gracia…»

Cuando Dios perdona a alguien, su pasado queda en el pasado. Eso es gracia:

“¿Qué Dios hay como Tú, que perdona la iniquidad y pasa por alto la rebeldía del remanente de su heredad? No persistirá en Su ira para siempre, Porque se complace en la misericordia. Volverá a compadecerse de nosotros, eliminará nuestras iniquidades. Sí, arrojarás a las profundidades del mar todos nuestros pecados.” (Miqueas 7: 18, 19 | NBLA)

Si las personas han sido liberadas y perdonadas, ¿por qué mantenerlas o permitir que se mantengan sujetas a la esclavitud? Ahora tienen la oportunidad de vivir una nueva vida en Cristo.

EL MINISTERIO DE GRACIA NO ATA, LIBERTA

El ministerio de gracia que se desarrolla, en el que quizá usted ya está involucrado o del que quiere hacerse partícipe, no ata al legalismo. De hecho, la meta es salir de ahí y todo cuanto suene a religiosidad.

¿Por qué motivo? Porque los promotores de la religiosidad con frecuencia siembran la idea de que todo, al menos, la mayoría de las cosas son pecado y citamos algunos ejemplos:

  • Tener ___________ y ______________ con otras personas.
  • Experimentar ___________________.
  • Divertirse sin que ello implique _______________.
  • La ________________.
  • La pobreza.
  • El éxito o la ausencia de éxito.
  • La enfermedad y más cuando es crónica.

Sobre esa base es necesario reflexionar en el hecho de que los problemas no son pecado. Son inherentes a la convivencia del ser humano. Cuando surgen, es necesario someterlos en manos de Dios.

Las emociones no son buenas ni malas en sí. El centro del asunto radica en el manejo que le damos a esas emociones.

Hacernos creyentes no garantiza que los problemas terminarán, La diferencia ahora es que, en Cristo, encontramos salidas a las situaciones críticas.


PALABRAS Y FRASES PARA COMPLETAR


A continuación, encontrará las palabras y frases que son necesarias para llenar los espacios vacíos que aparecen en la Lección de hoy:

OPCIONES AL SERVIR A DIOS

1.– Poder humano.

2.- Dios

DISTINTIVOS DE UN MINISTERIO DE LA GRACIA 

1.- Posesiones, egoísmo

2.- Períodos de crisis

3.- Espíritu Santo

4.- Libertad

5.- Pecado

EL MINISTERIO DE GRACIA NO ATA, LIBERTA

1.– Problemas y conflictos

2.- Emociones fuertes

3.- Inmoralidad

4.- Sexualidad


© Fernando Alexis Jiménez | Academia Bíblica de Fe y Gracia


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Hoy ponemos a su disposición, en formato de libro electrónico, la totalidad del Curso Fundamentos de la Gracia impartido por espacio de doce Lecciones. Este material bíblico teológico debe ser usado en procesos formativos.

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La gracia de Dios es una expresión maravillosa de su amor, misericordia y perdón. Por Su gracia, además de dejar atrás un pasado de derrota y fracaso espiritual, tenemos asegurada la vida eterna. Por la obra de Jesús en la cruz, Dios nos ve justos y ahora tenemos entrada en Su presencia.

Después de Cursar las doce lecciones que nos permiten tomar nociones básicas alrededor de la Gracia, ahora le ofrecemos el material completo en formato de libro electrónico.

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Los materiales fueron preparados por el licenciado y autor cristiano, Fernando Alexis Jiménez, quien se encuentra al frente del Instituto Bíblico Ministerial y de la Academia de la Gracia.

En las diferentes Lecciones se abordan temas de tanto interés la naturaleza de la justificación, qué importancia tiene para la vida del cristiano, de qué manera se explica bíblicamente este proceso, la relación de la justificación con la gracia de Dios y, además, la diferencia entre justificación y santificación.

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Fernando Alexis Jiménez es pastor oficinal ordenado y, actualmente, se encuentra al frente del ministerio Misión Edificando Familias Sólidas. Es realizador de radio y del programa Vida Familiar que se transmite en varias estaciones y está actualmente en más de veinte plataformas de Podcast. Su formación secular es la de periodista profesional y, a nivel eclesial, cursó la Licenciatura en Teología y una especialización en Consejería Familiar.

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En las diferentes Lecciones se abordan temas de tanto interés como los fundamentos para identificar qué es exégesis, hermenéutica, las bases de la teología bíblica, herramientas, géneros literarios y otros elementos que serán de ayuda para quienes desean servir con excelencia en la extensión del Reino de Dios. 

Estamos seguros que este Curso y la guía que podrá descargar, traerá pautas de enriquecimiento a nivel personal, espiritual y, por supuesto familiar. Y algo más: tras leerlo, querrá compartirlo con otras personas. Siéntase en libertad de hacerlo.

Fernando Alexis Jiménez es pastor oficinal ordenado y, actualmente, se encuentra al frente del ministerio Misión Edificando Familias Sólidas. Es realizador de radio y del programa Vida Familiar que se transmite en varias estaciones y está actualmente en más de veinte plataformas de Podcast. Su formación secular es la de periodista profesional y, a nivel eclesial, cursó la Licenciatura en Teología y una especialización en Consejería Familiar.

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