Necesidades básicas de los cónyuges

Es hora de mantenernos alerta frente a la tentación del adulterio que destruye familias.

Algo que debemos considerar y que resulta preocupante, es que hoy día muchos cristianos están cayendo en el adulterio. Las principales batallas contra los principios y valores se libran en la mente. Esas batallas por momentos pueden tornarse constantes.


Cuando nos unimos en matrimonio, el paso que damos no tiene un carácter transitorio. Como lo leemos en las Escrituras, es para siempre. Renunciar ante el primer tropiezo, no honra ni glorifica a Dios. Por el contrario, afrenta al Padre celestial. Él fue quien creó esa sagrada institución. Seguir leyendo «Necesidades básicas de los cónyuges»

¿Por qué fracasa nuestro propósito de cambio?

Jesús murió en la cruz para traernos libertad del pecado y sus consecuencias. No es el fruto de nuestro esfuerzo o méritos cosechados a lo largo de los años. Es la mera gracia del Padre.

Jesús murió en la cruz para traernos libertad del pecado y sus consecuencias. No es el fruto de nuestro esfuerzo o méritos cosechados a lo largo de los años. Es la mera gracia del Padre.

El hombre que tenía enfrente lucía derrotado. Llevaba años luchando con el hábito de las drogas. Era adicto desde la adolescencia.

Jamás podré vencer este vicio. Lo he intentado todo. Siempre fracaso–, se lamentó.

Le expliqué que, en sus fuerzas, jamás podría experimentar el cambio. “Solamente con ayuda de Jesucristo, quien nos fortalece”, le dije.

No es el único caso. En nuestra sociedad sinnúmero de personas enfrentan ataduras a la pornografía, el alcohol, el tabaco, le adulterio, las perversiones y el juego, entre otros, porque el listado puede ser muy prolongado.

El autor cristiano, Joel Beeke, opina:

“El hombre natural puede querer estar libre de algún pecado y las consecuencias del pecado; puede incluso, hacer algún esfuerzo en esa dirección. Pero es demasiado esclavo de ella. No está simplemente perdido o muriendo, está perdido y está muerto en delitos y pecados (Efesios 2: 1)” (Artículo “La depravación humana”. Revista Portavoz de la Gracia. Número 32, 2020)

El pecado es como una cadena gigantesca que impide avanzar en nuestro propósito de cambio..

¿POR QUÉ FRACASAMOS?

En tanto dependamos de nuestras fuerzas y nos afinquemos en la autosuficiencia, el fracaso es inevitable.

Sin Dios morando en nuestro corazón, estamos sujetos a la carne y sus deseos y tal sujeción desata consecuencias, como leemos en la Palabra:

«Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden; y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios.» (Romanos 8:7, 8 | RV 60)

La mundanalidad de la que estamos rodeados nos separa de Dios y, de paso, levanta una enorme barrera que impide recibir las bendiciones.

Pese a la concatenación de derrotas en el propósito de transformación, seguimos sujetos a lo mismo. El pecado es el que domina y, de su mano, la derrota.

Permítame traer de nuevo a colación al autor norteamericano, Joel Beeke:

“El pecado es injusticia y toda injusticia va en contravía de Dios. En esencia, el pecado es todo lo que está en oposición a Dios. El pecado representa un desafío contra Él. Trasgrede su carácter, su ley y su pacto. Se opone como dijo Martín Lutero, a dejar que “Dios sea Dios”. El pecado apunta a destronar a Dios. Se esfuerza por colocar a alguien o algo más en su lugar”. (Artículo “La depravación humana”. Revista Portavoz de la Gracia. Número 32, 2020)

Por naturaleza el género humano trasgrede las pautas trazadas por Dios. Rechaza el camino correcto. Esa por supuesto, es una manifestación de abierta rebeldía al Creador.


¿Cómo puede alguien en esta condición superar las ataduras que lo mantienen bajo un estado de estancamiento? Humanamente es imposible.


UNA MARCADA INCLINACIÓN AL PECADO

Toda persona tiene una marcada inclinación al pecado, que le acompaña a todas partes como una sombra gigantesca.

Cuando vamos a las Escrituras, leemos:

“Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; más Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros.” (Isaías 53: 6 | RV 60)

Ahora, esa forma de proceder nos conduce inevitablemente a la muerte espiritual:

“… por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios…” (Romanos 3: 23 | RV 60)

Observe que el apóstol Pablo en la revisión Reina Valera especifica que esta triste condición afecta a todo el género humano.

¿Está usted dentro de esa categoría? Probablemente sí. Y esa pecaminosidad le impide vencer los malos hábitos que llevan a la destrucción física y espiritual.

El Señor Jesucristo abordó el tema de la contaminación que embarga al pecador:

“¿No entendéis que todo lo que entra en la boca va al vientre, y es echado en la letrina? Pero lo que sale de la boca, del corazón sale; y esto contamina al hombre. Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias. Estas cosas son las que contaminan al hombre; pero el comer con las manos sin lavar no contamina al hombre.” (Mateo 15: 17- 20 | RV 60)

¿Cómo puede alguien en esta condición superar las ataduras que lo mantienen bajo un estado de estancamiento? Humanamente es imposible.

El asunto es que somos herederos de una naturaleza corrupta (Cf. Salmo 51: 5)

El profeta Isaías lo describió en los siguientes términos:

“Si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapo de inmundicia; y caímos todos nosotros como la hoja, y nuestras maldades nos llevaron como viento.” (Isaías 64: 6 | V 60)

En esa dirección los esfuerzos de cambio por parte de las personas concluyen en un caos y derrota absolutos. Es inevitable.

¿CÓMO NOS AFECTA EL PECADO?

Podemos vencer cualquier atadura con ayuda de Dios
Podemos vencer cualquier atadura con ayuda de Dios   

La pecaminosidad mantiene vivas las ataduras a los vicios. Nuestros esfuerzos por liberarnos resultan insuficientes.

No en vano el profeta Jeremías escribió:

“Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?” (Jeremías 17: 9 | RV 60)

El pecado nos afecta en varios ámbitos:

  • Conciencia
  • Emociones
  • Intelecto
  • Voluntad
  • Disposición de relacionarnos con Dios

¿Qué hace satanás? Toma ventaja. Se aprovecha de las debilidades.

El apóstol Pablo lo describe así:

“¿No sabéis que, si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecéis, sea del pecado para muerte, o sea de la obediencia para justicia?” (Romanos 6: 16 | RV 60)

A menos que volvamos la mirada a Dios y dependamos de Él, quien nos fortalece y anima, estamos siempre bajo el yugo de la esclavitud.


El pecado es injusticia y toda injusticia va en contravía de Dios. En esencia, el pecado es todo lo que está en oposición a Dios. El pecado representa un desafío contra Él. Trasgrede su carácter, su ley y su pacto: Joel Beeke


CAMINO A LA LIBERTAD

Jesús murió en la cruz para traernos libertad del pecado y sus consecuencias. No es el fruto de nuestro esfuerzo o méritos cosechados a lo largo de los años. Es la mera gracia del Padre. El amado Maestro dijo:

“Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.” (Juan 8: 31, 32 | RV 60)

El apóstol Pablo lo explica de la siguiente manera:

“Pero gracias a Dios, que, aunque erais esclavos del pecado, habéis obedecido de corazón a aquella forma de doctrina a la cual fuisteis entregados; y libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la justicia.” (Romanos 6: 17, 18 | RV 60)

¿Merecíamos el perdón y la fortaleza que se derivan de la obra redentora de Jesucristo? En absoluto. Es solamente por Su infinita gracia y amor. No podemos explicarlo de otra manera cuando leemos al apóstol Pablo:

“… siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados, con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús.” (Romanos 3: 24- 26 | RV 60)

Entender esta verdad eterna nos permite vencer las adicciones, cualquiera que sea.

No es en nuestras fuerzas ni por los méritos que nos asistan. Es por la gracia de Dios. Esa gracia se hizo manifiesta en la obra de Jesús en la cruz. Hoy es el día para decidirnos por la victoria que proviene de Él.

A propósito, ¿ya recibió a Jesucristo como su Señor y Salvador? Hoy es el día para que lo haga. Ábrale las puertas de su corazón. Comience una nueva vida personal, espiritual y familiar. 

© Fernando Alexis Jiménez

Escríbanos contacto@salvosporlagracia.com

@SalvosporGracia

Levántese y reemprenda el camino por la Gracia de Dios

Cuando conocemos y nos apropiamos de la Gracia de Dios, no nos quedamos derribados en el suelo. Reconocemos nuestros pecados y, prendidos de la mano de Jesucristo, reemprendemos el camino.

Cuando conocemos y nos apropiamos de la Gracia de Dios, no nos quedamos derribados en el suelo. Reconocemos nuestros pecados y, prendidos de la mano de Jesucristo, reemprendemos el camino.

Si algo marcaba la diferencia en la vida de Harold, era que sabía sinnúmero de versos de la Biblia. Los recitaba con fluidez, sin equívocos. Despertaba la admiración de sus compañeros del centro de rehabilitación en el que surtía un proceso para abandonar el consumo de marihuana y cocaína. Seguir leyendo «Levántese y reemprenda el camino por la Gracia de Dios»

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7 consejos ineludibles para los pastores de las iglesias

Infinidad de personas que, al amparo del Evangelio, están construyendo hoy día torres de Babel para hacerse a un nombre. Pareciera que les importa más el reconocimiento que la salvación de las almas, la esencia misma de su llamamiento.

Es esencial que nos evaluemos de manera permanente, con lupa y tras reconocer equívocos en el ejercicio ministerial, disponernos a corregirlos con ayuda de Dios.

Entrado en años y con una basta experiencia que solo produce la sumatoria de experiencias, el apóstol Pedro escribió a quienes pastoreaban en el primer siglo:

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Descargue gratis el libro «Vidas transformadas por la Gracia»

Es importante que conozcamos la oportunidad de recibir la libertad por la Gracia de Dios.

La misericordia de Dios no tiene límites. Él nos perdona y nos extiende Su gracia, la que nos abre las puertas a una nueva oportunidad de vida.  Seguir leyendo «Descargue gratis el libro «Vidas transformadas por la Gracia»»

Gozosos al recibir salvación por Gracia

El gozo hace el evangelio atractivo. Si usted pone una cara amargada todo el tiempo y tiene una disposición negativa, alejará a las personas de la iglesia. Hará que el evangelio se vea como algo que las personas no quieran.

El gozo hace el evangelio atractivo. Si usted pone una cara amargada todo el tiempo y tiene una disposición negativa, alejará a las personas de la iglesia. Hará que el evangelio se vea como algo que las personas no quieran.


Irónicamente quienes profesamos ser discípulos de Jesús, a veces nos convertimos en los peores promotores de sus enseñanzas. No expresamos el gozo de ser salvos, la Gracia del perdón de nuestros pecados por su obra en la cruz, y las nuevas oportunidades que nos ofrece cada día. Seguir leyendo «Gozosos al recibir salvación por Gracia»

La gracia y la vida plena del creyente


Partamos de una premisa: la religiosidad mata la gracia. ¿Por qué motivo? Porque la religiosidad tiene una apariencia externa de piedad, aun cuando el mundo interior no haya sido transformado.  

Aun cuando viene tomando una fuerza inusitada en el mundo hoy, el tema de la gracia de Dios no es nuevo. Podemos asegurar que es un aspecto milenario y está contenido en las Escrituras. Por todas partes hallamos registros, lo cual resulta sorprendente cuando comenzamos a estudiar el asunto con lupa. Igual, durante el ministerio terrenal del Señor Jesucristo. Seguir leyendo «La gracia y la vida plena del creyente»

La gracia perdonadora de Dios también es para usted

Aun cuando millares de personas en todo el mundo, consideran imposible que Dios perdone sus pecados, la gracia divina los cobija también a ellos. El Señor responde a un sincero arrepentimiento trayendo perdón, ofreciendo una nueva oportunidad y asegurándoles la vida eterna.

Aun cuando millares de personas en todo el mundo, consideran imposible que Dios perdone sus pecados, la gracia divina los cobija también a ellos. El Señor responde a un sincero arrepentimiento trayendo perdón, ofreciendo una nueva oportunidad y asegurándoles la vida eterna.


 Infinidad de personas permanecen inmersas en sus pecados, distantes de Dios. Consideran que la magnitud de sus pecados les impide acercarse a Él. “He vivido por años en pecados innombrables. ¿Me viene a decir que Dios los perdona? No lo creo.” Seguir leyendo «La gracia perdonadora de Dios también es para usted»

Un final feliz para Judas, el traidor

¿Qué habría ocurrido si, tras arrepentirse, Judas hubiese acudido a la misericordia de Dios y no al suicidio? ¿Lo habría perdonado Dios? Estos dos interrogantes despiertan polémica. Procuremos juntos responderlos a la luz de la Biblia.

¿Qué habría ocurrido si, tras arrepentirse, Judas hubiese acudido a la misericordia de Dios y no al suicidio? ¿Lo habría perdonado Dios? Estos dos interrogantes despiertan polémica. Procuremos juntos responderlos a la luz de la Biblia.


El de aquél, era el fiel reflejo de quien ha caído en la desesperación. En sus ojos brillaba la desolación. Por su mente cruzaban mil pensamientos. Escenas que iban y venían con una rapidez asombrosa. Seguir leyendo «Un final feliz para Judas, el traidor»

La ley de Dios o la gracia, una decisión para la eternidad

Si nos atenemos a las obras de la ley trazadas en el Antiguo Testamento, usted y yo estaríamos condenados por siempre. Lo peor que podría ocurrirnos sería cruzar el umbral que separa la vida de la muerte. La gracia de Dios, marcó la diferencia.

Si nos atenemos a las obras de la ley trazadas en el Antiguo Testamento, usted y yo estaríamos condenados por siempre. Lo peor que podría ocurrirnos sería cruzar el umbral que separa la vida de la muerte. La gracia de Dios, marcó la diferencia.


Una de las series más populares en los Estados Unidos es La ley y el orden –unidad de víctimas especiales–. Actualmente es la producción más antigua en la televisión, con 24 temporadas. Los capítulos son fruto de la creatividad del productor Richard Anthony Wolf, más conocido como Dick Wolf,. Seguir leyendo «La ley de Dios o la gracia, una decisión para la eternidad»

Un cristianismo sin la cruz, pierde su esencia

La cruz es un símbolo de victoria para los cristianos. No podemos avergonzarnos de ella. En el madero, nuestro amado Dios y Salvador trajo perdón a nuestros pecados, nos libró de la idea del padre, nos ofrece una nueva oportunidad y nos asegura la vida eterna junto a Él. Estudio Bíblico.

A menos que Cristo hubiese muerte en la cruz por nuestros pecados, estábamos irremisiblemente condenados por la eternidad. Puede que usted considere que es una buena persona y que no procura el mal de nadie, pero, aunque se niegue a aceptarlo, es pecador. Y todo pecador se hace merecedor del infierno.


En medio de las discusiones y diferencias que surgen al interior de muchas denominaciones, está su apreciación alrededor de la cruz. “Es un símbolo de maldición”, dijo alguien, visiblemente escandalizado. Otro replicó: “No veo razón. Fue allí donde Cristo nos libertó del pecado”. Seguir leyendo «Un cristianismo sin la cruz, pierde su esencia»